Los estudiantes prepararon diferentes actividades para el tiempo libre, tanto deportivas como culturales (en Toledo y los municipios de acogida), musicales y gastronómicas. Además viajaron a Madrid y Cuenca, en una estancia de dos días, para continuar su convivencia y participar en gymkhanas fotográficas, visitas a museos y lugares de interés turístico; barranquismo en el río Júcar, juegos de conocimiento y otros como el trivial intercultural. De este modo los alumnos han sido los encargados de organizar y gestionar su tiempo de ocio de una manera constructiva, saludable y divertida.
Por otra parte, los estudiantes han colaborado en charlas y talleres sobre educación en valores, juventud y derechos humanos. A partir de estas reflexiones, elaboraron unos vídeos que mostraron a familias y estudiantes del instituto, y que formaron parte de su proyecto de convivencia. El uso responsable de las redes sociales ha sido también un contenido importante a analizar y una herramienta común de trabajo.
Finalmente, todos los participantes conseguirán la certificación Youthpass, que garantiza el reconocimiento de esta experiencia educativa como proceso de educación no formal. Los resultados han sido muy positivos, y alumnos, padres y profesores han mostrado su agradecimiento y satisfacción por esta interesante experiencia, que continuará más actividades y con un emotivo y fructífero reencuentro en Szolnok a finales del mes de junio.